Otra vez se me cruzan las letras,
otro prisma para el caleidoscopio.
La primera persona que lea esto estará tumbada
o liándose un peta,
que es como irse a una isla
porque tu país te grita que te protejas de tu propia angustia.
Las mujeres son mis amigas.
Hay problemas y soluciones en los ojos de cada una de ellas.
No nos amamos, pero es posible.
¿O es al revés?
Yo que me enamoro de la lluvia
cada vez que una gota me rompe la conciencia
sé lo que es querer caprichosamente.
Hoy si, hoy no.
Quizás un día ella me sueñe y me quiera y me tenga
y yo solo vea claros los eslabones de nuestra circunstancia.
¿O es al revés?
Sé de todo lo ambiguo que nos imbuye:
sentarme a pensar es la locura más grande que jamás he hecho.
Sofía me ha hecho pensar que nos mueve lo paradójico.
Bum-bum, bum-bum.
nos alerta interminable el estruendo de dos revólveres en duelo,
el prójimo es el malo
dicen.
Toca seguir, aprenderé.
Aprenderé lo que es ser brillante,
y seré yo quien imbuya
de luz y regocijo las palabras
para hacerlas gracia.
La gracia eres tú y tú mismo juntos
cogidos de la mano,
y tú mismo y el mundo.
Los dos os prometeréis respeto y sacrificio.